sábado, 23 de junio de 2012

Adiós a una leyeda


Hace años escribí esta columna en un diario de su tierra, Cáceres, en homenaje a mi maestro.Hoy me cuesta pronunciar palabra tras saber desde el otro lado del mundo que mi compadre extremeño, D.Tomás Pérez, se ha ido a saludar a su viejo amigo y mentor D.Matías Prats. Después de horas de parálisis, necesitaba repetir la reseña que hice aquel día sobre una larga y fructífera vida. DEP, amigo aunque me cuesta verte parado sin cargar por algún aeropuerto o grada tu pesada mochila de retransmisión. El gooooool de Cáceres enmudece tus enseñanzas de periodismo y vida no permiten ahogar tu recuerdo.Besos para tu gente, mi gente extremeña que tanto te quiso y admiramos.




REMATES DESDE EL MICRÓFONO

De siempre, he sabido y sufrido en propia piel, los riesgos que corre un entrenador, al desnudar sus afectos delante de uno de sus jueces, de un periodista. Tampoco ha sido fácil reprimirme, la fuerza de atracción que ejercen sobre mí los” bichos raros” en su especie; las personas negadas a aceptar que el único futuro  a esperar por un adulto, sea controlar obras públicas o alimentar palomas en un parque; las que reivindican el derecho a disfrutar de las cosas simples de la vida; las que viven recreándose en lo realizado por otras y no en la obligación impuesta de destruirlo.
El fútbol es una pasión poliédrica, se puede disfrutar desde muchos ángulos. Además, tengo la convicción, cada vez más arraigada, de ser él quien elige, desde cual puedes disfrutarlo y cuando te descarta para vivirlo en primera línea, es decir, a ras de césped, cerca de su esencia, la pelota. Y es tal la rabia, que nos buscamos cualquier disculpa para dignificar tal rechazo el resto de nuestra existencia y nos aferramos cada uno, al clavo ardiendo que nos brinde para no alejarnos mucho de él.
En el caso de mi amigo, yo creo que, ya desde el campo del “Espiri”, después de probar su supervivencia dentro del terreno de juego en varias posiciones, comprendió pronto que, esta obsesión común, debería vivirla desde otra trinchera. Pero, al pequeño Tomasín, lo que verdaderamente le llenaba, ya por entonces, era llegar a casa para contárselo a sus padres. Para narrar lo que sea; su partido entre niños, lo aprendido en la escuela, o posteriormente, las sesenta pesetas y pastilla de jabón que, tras su primer mes de trabajo, en los Almacenes Mendieta, le dieron como primer salario. Su vocación de contador de cosas, no le dejaba otra opción distinta a conducir su vida hacia el mundo de la comunicación. Tras estudiar ciencias de la información, pronto llegó su oportunidad para comenzar a forjar la leyenda conocida, ahora en Cáceres,  con el nombre de Tomás Pérez. Olimpiadas, mundiales, primeros espadas ( en política, cultura, deportes o arte de ámbito internacional), llenan las páginas de esa memoria prodigiosa, en la que archiva más de medio siglo, con nombres, apellidos y, hasta si me apuran, fechas y lugares de nacimiento de un sin fin de personalidades y acontecimientos de nuestra historia.
   Pero sus sensaciones del campo del “Espiri” y, su otra pasión confesable (dejando a un lado lo que siente por su familia), Cáceres, le ligó para siempre a los destinos del C.P.Cacereño. Por todo ello, me pareció  de justicia, a mi llegada a Cáceres,  readmitir en los viajes del Cacereño, a un periodista que había viajado con el autocar del club durante muchos años, antes de ser vetado por mi antecesor. Y por esa misma razón, acrecentada ahora un año y medio después, por tantos kilómetros decorados con mil jugosas anécdotas, por tantos silencios rotos, por tantos sentimientos compartidos sin palabras, por tantos quites a las malas tardes, por tantos obstáculos salvados con su maleta de retransmisión, por tantas risas y, porqué no, por tantas lágrimas secadas en los hombros de ambos, hoy me siento en la misma obligación moral, de hacerle este humilde, pero sincero homenaje, antesala del que el Club, sin duda, y espero que la ciudad, le brinde algún día a quien, además de haber sido y seguir siendo, la banda sonora de los domingos cacereños, ha tenido la generosidad de seguir impartiendo lecciones de periodismo y humanidad a tantas generaciones posteriores, que siguen comprobando, como ante tan dura competencia periodística, continua siendo eficaz, por mucho que irrite, el consejo de su maestro Matías Prats, de no dar con frecuencia el resultado del partido, para que el oyente no se mueva del dial; que se puede ejercer el periodismo desde la visión del vaso medio lleno y que, sobre todo, narrando con el sentimiento, aún a costa de poder traicionarle alguna lágrima, como me cuentan que ocurrió, al cantar el tercer gol del Cacereño, el pasado domingo, no sólo se triunfa en tu profesión, sino que se acrecienta la idea, compartida por muchos conmigo, que Cáceres no se concebiría igual, sin el Cristo Negro, saliendo de la Concatedral, la Plaza de San Jorge, la Virgen de la Montaña y sin el “gooooool del Cacereño...” resonando por todas sus calles, tras salir de lo más hondo del corazón cacereñista del maestro Tomás Pérez.
Ejemplo, espero también, para las generaciones venideras de periodistas que, actualmente jugadores de nuestro fútbol base, sean algún día descartados por el fútbol y decidan, como él, aferrarse a un micrófono para seguir empujando los balones no rematados por los jugadores. Y deseo también, no se olvide nunca  que, no sólo llegan  a ser buenos periodistas las buenas personas, pero sólo llegan a ser excepcionales aquellos que sí lo son. Gracias Don Tomás por tu ejemplo y sobre todo por tu amistad.
                                                    MAYO 2.004
                      COLUMNA  “COSA DE NIÑOS” – DIARIO  “HOY” - EXTREMADURA


Publicado en mi libro "Afluentes del Fútbol", disponible en la boutique de este blog

jueves, 7 de junio de 2012

Ponencia en el EADE

Ponencia antes del viaje a Asia. 

 Oña preside la ponencia y presentación del libro de Ismael Díaz


Al acto ha asistido también el Secretario General de EADE, Gabriel Arrabal, el concejal de Deportes de la ciudad, Pedro Cuevas, así como alumnos de la especialidad de Fútbol de la Facultad de Ciencias del Deporte de EADE y ex jugadores profesionales del Málaga Club de Fútbol, como David Cabello, Francisco Javier Bravo y Raúl Iznata.

En su intervención, Esperanza Oña ha dado la enhorabuena, en primer lugar, al ponente y autor del libro y, a continuación, ha asegurado que “hemos colaborado con EADE durante todo este tiempo, y gracias a ello Fuengirola es hoy en día una ciudad universitaria, que espero que pueda seguir siendo sede de otros estudios superiores. Y también quiero destacar en este acto, la importante labor que venimos haciendo durante todos estos años en nuestra ciudad por el deporte y para ofrecer a nuestros ciudadanos las mejores instalaciones deportivas”.

En cuanto a Ismael Díaz Galán, cabe reseñar que ha entrenado, entre otros, al Sporting B, Málaga, Cádiz, Farense de Portugal, Granada, Jaén, Huesca, Palencia o Cacereño, además de profesor de táctica y sistemas de juego en la Escuela de Deporte de Asturias. Entre sus logros más destacados está el ascenso a 2ª División con el Málaga CF el 28 de julio de 1998.

Tal y como ha explicado durante su exposición, su última publicación “De la estrategia a la práctica”, que ha editado junto a Javier Feito, está especialmente dedicada a los entrenadores de fútbol base aunque también es asequible para los aficionados en general, ya que tiene como objetivo “suplir las lagunas e imprecisiones que se dan habitualmente en el lenguaje futbolero todo ello acompañado de ejemplos y aplicaciones prácticas”.

Ismael Díaz ha asegurado que “convertirse en entrenador de fútbol es elegir una profesión con un componente técnico muy importante, mezclado con altas dosis de psicología para saber cómo coordinar los comportamientos individuales y los colectivos para obtener el mayor éxito posible. La principal tarea de un técnico es conocer, entender y transmitir los fundamentos del juego, especialmente en el trabajo base. En este libro, podemos encontrar ejemplos de planes estratégicos, operativos, sistemas de control, recursos y estilos”.

La obra bucea por el fútbol desde sus orígenes para aclarar y delimitar sus conceptos germinales. Trata de limar la imprecisión conceptual que parte de la imprecisión en las ideas, que a su vez emergen de un lenguaje muy cerrado y poco sistémico, según destacan algunas publicaciones.


Fuente:www.tribunasur.es